sábado, 28 de marzo de 2009

MORENA

Llegaba impulsada por sus ansias de leer mi nuevo poema, aquel escrito para ella, sus ganas de tocar cada vez mas fuerte la poesía eran mas poderoso que todo y no se inhibía por nada al criticarla, mis poemas y mis escritos eran sus favoritos, ella siempre estaba a mi lado, era una amiga leal y buena compañera, guardaba mis secretos bajo llave y sobre todo con un candor incomparable.

Tenia los ojos oscuros, un color café impenetrable que reflejaban su lozanía y agilidad para las artes, su bello rostro era diáfano y siempre llevaba una sonrisa pintada, se acercaba a saludarme con sus cabellos rizados que bailaban con el viento, y su perfume delicado me hacía levitar, sus pómulos se hinchaban cuando reía conmigo, su boca siempre me hablaba de cosas substanciales y las vanas las hacia ver indispensables. El matiz de su piel era dorado por el sol de verano que parecía que la amaba y su caminar pausado hacía llevar a su ritmo toda la ciudad.

Ella era curtida por los libros, por la filosofía de Platón, los poemas de Homero y sobre todo por los versos de Becquer, hallaba un momento para todo y vivía con pasión cada minuto, mas siempre cuidadosa y pisando suelo se arraigaba para ser mejor cada día, ella era una persona muy elocuente, hablaba de todo un poco y me envolvía con sus enseñanzas, me mantenía al día en las cosas del mundo y mi mente volaba sin perturbaciones al escuchar sus palabras.

Recuerdo que una vez le hice un poema especial, eran esos días cuando yo estaba enamorado de ella, era una pasión incontrolable y muy descabellada, sabia que ella nunca me quiso así de esa manera pero yo seguía insistiendo sin volverme loco, eso era lo extraño, nunca me volví loco.

Le abrí la puerta y me saludo como siempre, mas ansiosa de leer aquel pedazo de escritura que de verme creo yo, sus suaves labios me sonrieron despacio y dibujando una parábola extensa me miro como nunca. Era bueno ver esos signos en ella luego de sufrir algo detestable, le dije que me espere un momento y le invite a sentarse junto a la chimenea, pues el frío de aquel invierno era tan profundo que el alma se te congelaba.

Pensativo subí las escaleras y me detuve en el final sin que ella me viera, entonces la vi cruzar sus piernas y los muslos se volvían mas pronunciados, sus manos pequeñas envolvían sus rodillas y altiva como siempre observaba la habitación, sus ojos eran grandes, nunca los vi tan grandes, oscuros y penetrantes hacían juego con su nariz que me encantaba, pero era mi amiga, esa etapa de ilusión se había marchado ya hace mucho tiempo, solo observaba el pasado que nunca tuve realmente.

De pronto desperté de mi sueño y recordé que debía traer aquel poema que le hice hace días, uno que era especial también, pues enmarcaba una etapa sólida de amistad que debía permanecer así.

Baje corriendo las escaleras luego de diez minutos de búsqueda sin tregua, es que entre tantos papeles uno pierde uno que otro, pero al final hallé mi obra junto a una vieja carpeta de la universidad.

Se lo mostré emocionado esperando sus halagos, ella lo miró por tres minutos, así de rápida sabia que le gustaba y que no, entonces volvió su mirada hacia mi y mi abrazó de manera reconfortable y franca, me beso la mejilla derecha y me dijo gracias, gracias Tulio, así me llamaba esa chica, era un sobrenombre que amaba, me hacia sentir muy bien recibido.

Le quise invitar a cenar pero llevaba prisa, una prisa que la aturdía, entonces la deje ir, no quise ser insistente, sabia que quería quedarse pero no podía, bueno-pensé-por algo será, no le pregunté que debía hacer y le abrí la puerta, la deje ir cuando volteó y me sonrío, adiós Tulio me dijo con una sonrisa y se esfumo entre la oscuridad.

Olvidé comprar algo necesario para la cena de mañana, salí media hora después, caminando hacia la tienda vi un tumulto de gente y me dio curiosidad, me acerque pero era difícil pasar por todos esos curiosos que hacían menos fluido el transito, algo me decía que me acerque, algo dentro de mi me tenia dando vueltas, sentí unas nauseas premonitoras que no daban tregua y entonces acelere el paso y me hice más recio para aguantar los codazos al pasar.

Pronto vi su cartera color blanca y por un instante me quede sin latidos, me turbé repentinamente y mi desesperación se hizo protagonista de mi cuerpo. Un auto detenido estaba más allá, era de lunas polarizadas y un joven ebrio salía de él, era un muchacho que no conocía, tenia las patillas enormes y no podía creer que estaba pasando.

Corrí ahora si a toda velocidad esquivando hombros, codos y torsos, me hice paso como se hace paso un explorador en la selva más virgen de Sudamérica y entonces mi miedo se torno en pesadilla, una pesadilla que fue real en ese momento.

Mis ojos no podían creer lo que veía, la vi tirada allí, sobre el pavimento, tenia el rostro lleno de sangre y las piernas destrozadas, su boca amoratada y su ropa sucia y un poco rota, me fui aproximando lentamente y entonces dos policías me detuvieron-no puedes pasar-me dijeron-pero no les hice caso, los golpeé y corrí hacia ella, me arrodillé junto a su cuerpo inerte y le grité que la amaba, le reclame que no se muera, que no fuera tan cobarde, que sea valiente y se esfuerce, que aquí muchos la querían, mis lagrimas bañaron su rostro y se mezclaron con la sangre, pensé en dios en ese momento y la abracé con todas mis fuerzas.

1 comentario:

  1. :'(
    QUE BUENA HISTORIA
    LA SOÑASTE O QUE?
    LA IMAGINASTE O QUE?
    LA VIVISTE O QUE?
    O MEJOR DICHO
    CUAL DE LAS TRES PREGUNTAS ANTERIORES NO HICISTE?

    ESTA DEMASIADO BUENA
    ME EMOCIONASTE
    ME DETUVISTE EL ALIENTO
    Y ME ALEGRASTE LA NOCHE

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