sábado, 28 de febrero de 2009

PALABRAS DE UNA TARDE


Salimos presurosos, ella más que yo, queria quedarme a ver una exposición sobre estadistica inferencial que al final no estuvo tan buena, bueno, yo sólo queria estar alli para vacilar a una amiga mía, en fin, cruzamos la salida y como a veces la muerte te sorprende en una vida tonta, asi la sorprendí yo con un beso.


Como el primero despues de largos años de angustia y espera desesperada ella tomó el gesto mucho mejor de como me imagine, me besó como nunca y se entrego a aquel rito amoroso que todo se detuvo, todo se quedó en silencio y hasta ahora puedo sentir sus labios sobre los mios, agitados como un pez queriendo saltar d la red, como el llanto de una amante desdichada, como muchas cosas más, asi fue su beso, no se extenuaba y más era su fuerza, me gustó, me encantó, ese beso me devoldio el buen humor que horas antes habia cultivado por tonterias que no deben ser tan comunes.


Como les digo amigos míos, momentos antes estaba más frio que el polo norte, el calentamiento global era una suspiro frente a mi y mi cuerpo era un iceberg tempestuoso que derrochaba desdenes y evitaba conversaciones que ella iniciaba, esquivaba sus caricias tratando de leer a Goethe y simplemente la ignoré como ignora un chiquillo su plato más desagradable. Lo peor es que no habia razon logica para ese estado, sólo me quedó resentida el alma por su tardanza ya excusada, pero que aun no era suficiente para tranquilizarme. Hablando de los horarios quisiera resaltar sin ofender claro está, que es uno de los defectos que más odio en las personas, nadie se escapa a mi punto de vista, no quiero decir que la aborresco por demorarse ni mucho menos pero es algo que deberia mejorar, en fin, ésta es otra historia.


Me sorprendio cuando me dijo que pensaba que le habian cambiado de enamorado y yo la sorprendi con un "te amo", que parecia que hace mucho no le decia y fue recibido con una sonrisa complaciente y candida, como ella lo sabe hacer. La abracé tiernamente y la besé de nuevo, le pedi disculpas con la mirda mientras nos acercabamos a la alameda más concurrida por nuestras caricias, besos y tocamientos tiernos, neustro lugar relativamente favorito.


Hicimos una parada en una panaderia que ya nos habia delitado con sus manjares dias antes, luego recorde que habia gastado todo el dinero que habia traido en vicios y tonteras, ruborizado le pedi disculpas por mi falta de economia y recibi un "no te preocupes, yo te invito", el pie de manzana estaba delicioso, lastima que no podre decir lo mismo por el dulce que ella compro, pero bueno. Luego nos sentamos en una banqueta y lentamente una conversación (la mejor de todas) fue creciendo como un niño fuerte, muy amado y dichoso, el ambiente se tornó ejemplar y nuestros corazones palpitaban con dicha y alegria de tenernos en conjunto y pasar una tarde que necesitabamos a gritos.


Hablamos de todo un poco, si les describiera cada cosa que conversamos no me alcanzaria la ventana para decirles todo, lo que resalto fue una anécdota que le sucedió de pequeña que nos hizo reir muchisimo y que siempre recordare con ternura, pues un monito de peluche nos sacó miles de risas y nos reunio en la comprensión amistosa que necesitabamos, nos hizo recordar que ante todo somos muy buenos amigos y que una capa de amor nos envuelve en el tiempo.


Comimos mientras hablabamos, una conversacion que duró mucho, cuando nos dimos cuenta de la hora nos fue preciso marcharnos, no apurados, sólo prevenidos del tiempo, el sol aun no queria rayar pero debiamos partir, en el camino los residuos de lo que hablamos aun estaban palpitantes y nos bromeabamos sin ningun recelo mientras caminabamos de la mano, nos deciamos "te amo", nos deciamos "por siempre" y sobre todo lo mostrábamos.


Doblamos la clásica esquina y nos acercabamos a zona peligrosa para mí, hablo en sentido figurado, por razones patriarcales que es mejor no precisar, en fin, llegamos a su puerta y nos miramos fijamente concientes de que dimos un buen paso, concientes de lo que sentiamos y de lo alegres que estabamos por el presente, entonces la tomé de las manos, acaricie sus mejillas y nos besamos suavemente, le sonreí y lo último que dije fue: te llamo más tarde.

PD: FUE MARAVILLOSO MI PEXOXURA...TE AMOOO!!!!!!!!!!!!

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